Ya estoy en camino y de a poco amanece, quiero parar, bajarme, respirar otra vez el aire frío, contemplar detenidamente esa luz y las sombras que proyecta, pero la combi sigue avanzando en la ruta como acostumbrada al recorrido que repite todos los días desde hace ya muchos años. En medio del trance de la contemplación saco la cámara, apenas tengo segundos para calibrarla antes de disparar...
y disparo casi a ciegas...